jueves, 17 de febrero de 2011

Controles vehiculares en Vicente López





Este jueves 17 se lanzaron los operativos de control vehicular y de control de velocidades máximas en el partido de Vicente López sobre la Avenida del Libertador.

La novedad es que se comenzará a utilizar un radar para el control de velocidad, sumando esa herramienta a los ya habituales controles de alcoholemia y de documentación vehicular. Y el lugar elegido es emblemático ya que sobre esa arteria murieron atropellados Kevin Sedano, Paolo Mellano, Francisco Vrecht, entre otros accidentes causados por exceso de velocidad.

En diálogo con InfoBAN, el Subsecretario de Tránsito, Transporte Público y Licencia de Vicente López, Luis Fusco indicó que “este es el tercer jueves que venimos llevando a cabo esta iniciativa sobre una problemática en avenida del Libertador sobre la velocidad de los autos. La estadística sobre alcoholemia nos viene dando resultados muy positivos, pero encontramos que había que ajustar los controles sobre la velocidad, y por suerte fue muy bien recepcionado por la ANSV y por la Dirección Provincial de Seguridad Vial.”

Asimismo sostuvo que se trata de un “trabajo serio y con continuidad, tomamos un método de trabajo basado en la constancia, que es el secreto del éxito.”

Respecto a la utilización de radares, Fusco reflejó que se trata de “marcar que en Libertador, en diferentes días y horarios hay controles de velocidad, porque la gente quizá se descuida y tiene que tomar conciencia. La máxima en avenidas es de 60 Km/h y en calles secundarias y terciarias de 40 Km/h.”

“Es la primera vez que en seguridad vial tanto desde la Nación como desde la Provincia estamos trabajando seriamente con los municipios” destacó Fusco.

Teresa Mellano integrante de la Red nacional de Víctimas de Tránsito y mamá de Paolo, destacó el trabajo conjunto “que es muy importante y además nos permite llevar nuestro mensaje de concientización y prevención. La gente poco a poco va tomando conciencia. Las multas están y todos saben que es lo que tienen que hacer y que es lo que no.”

Mellano agregó que “hoy nos toca en Vicente López que es mi casa y mi lugar y también donde lamentablemente murió mi hijo y en la avenida del Libertador, pero lo importante es que esto es una continuidad no solamente aquí sino en todo el país, y nos favorece a todos los conductores y los peatones.”

Por su parte Vivian Perrone, presidenta de la Asociación Madres del Dolor y madre de Kevin Sedano, puntualizó que “esto es importantísimo porque recordamos la cantidad de jóvenes que perdieron la vida en esta avenida y todos fueron por exceso de velocidad. Sabemos que este no es el horario en el que generalmente conducen a esas velocidades terribles, pero es un primer paso y ahora tendrán que venir a la hora que salen de los boliches, seguir haciendo los controles de alcoholemia. Pero también lo que vemos es que muchas motos y autos no tienen su verificación técnica, tenemos que tener conciencia de que nuestro vehículo debe estar en condiciones para cuidar a los demás y evitar accidentes.”



Más allá de la loable iniciativa de los controles conjuntos y la labor de concientización de los familiares de víctimas, merece un párrafo aparte la “idiosincrasia” argentina: en el lapso de una hora que InfoBAN presenció los controles, varios conductores realizaron maniobras poco apropiadas ante el operativo que no provocaba demoras considerables. El colmo, un conductor que saliendo desde una cochera de la mano de enfrente tomó Libertador en lugar de recorrer dos cuadras, retomar correctamente y evitar generar un peligro al resto de los conductores.

martes, 15 de febrero de 2011

SergioGonzalez


FUENTE: Blogs.clarin.com
FECHA: 25 de septiembre de 2010
AUTOR: Rodrigo Solorzano
TÍTULO: El reclamo por la muerte de Sergio González llega al Obelisco
DESARROLLO: Sergio González falleció después de estar internado durante 4 meses. Su deceso se produjo a principios de febrero. Había sufrido un accidente de tránsito el 5 de octubre del año pasado. Sus familiares, amigos y vecinos convocan a una nueva marcha para el próximo sábado 25 de septiembre. El reclamo es el mismo: Justicia.
Sergio González tenía 20 años aquella noche del lunes 5 de octubre. Viajaba como acompañante en la moto de un amigo por la Ruta 5, en sentido Paso del Rey – Moreno. Al llegar a la intersección con la calle Lebenshon, una camioneta realizó una maniobra brusca y quedó cruzada sobre la calzada. Los jóvenes no pudieron eludirla e impactaron contra ella. Sergio voló y golpeó su cabeza contra el asfalto; no llevaba casco. Fue socorrido por una ambulancia de la Red de Emergencia Médica de Moreno y trasladado al Hospital Mariano y Luciano de la Vega. Posteriormente fue derivado a la Clínica Figueroa Paredes de la localidad de Gregorio de Laferrere. El calvario recién comenzaba.
Cuatro meses estuvo allí internado. Cumplió los 21 años postrado en una cama. El martes 9 de febrero Sergio dejó de existir. La familia sostiene dos denuncias: la primera a raíz del accidente por la imprudente maniobra de la camioneta y la otra por una mala praxis en el centro sanitario del partido de La matanza. Poco se avanzó en más de 7 meses de suplicio.
Grave denuncia
Varias marchas se realizaron en la zona de la Plaza Buján reclamando justicia. La manifestación convocada para el sábado 25 cambia de escenario: se realizará a las 19 horas en el Obelisco. La denuncia se nacionalizará.
Mónica González se presta al diálogo, más allá del dolor. Mónica sostiene que en la causa que se instruye por la muerte de su hermano no hay novedades. “Nos acercamos para hablar con el fiscal Gabriel Lorenzo, y no hay ningún tipo de respuesta”. La joven mujer reveló un dato asombroso: “Lorenzo no sabía que Sergio había fallecido el 9 de febrero”.
“Estamos a 7 meses de la partida de Sergio y no hicieron absolutamente nada” señaló y relató las alternativas de la reunión con el fiscal “cuando nos sentamos, le preguntamos como iba la instrucción del expediente y nos responde que él está trabajando” e increíblemente “preguntó como estaba Sergio. Nos quedamos sorprendidos y le contestamos que Sergio estaba en el mejor lugar, que Sergio había fallecido. Nos dijo que él se estaba enterando de su muerte por nosotros”. Una grave denuncia.
“Nosotros fuimos reiteradas veces a la fiscalía y Lorenzo nunca nos atendió, porque decía que no tenía tiempo. Entendemos que tiene mucho trabajo. Gracias al Intendente Andrés Arregui nos dio la entrevista. Lorenzo también nos dijo que él nunca se enteró que nosotros habíamos ido”.
Además de la causa seguida por el accidente de tránsito que finalmente le costó la vida a Sergio González, también se está instruyendo otra donde se investiga una supuesta mala praxis en la Clínica Figueroa Paredes de Laferrere. En aquel momento la familia González denunció que durante una manipulación realizada en el centro sanitario, a mediados de enero, a Sergio le perforaron un pulmón y que, a partir de ese momento, su desmejoramiento se hizo progresivo, hasta derivar en el fallecimiento. Intervino la justicia de San Justo a través de la UFI Nº 3, desde donde se ordenó la realización de una autopsia. Los resultados de la misma nunca aparecieron. “Es un misterio” sostiene Mónica “los datos de la autopsia siguen sin aparecer. Para acelerar esto, cambiamos de abogado. Estamos empujando para que de una vez por todas el proceso se acelere”.
“Las causas están paradas” manifiesta Mónica “en las dos fiscalías se tiran la pelota de un lado a otro”.
Finalmente Mónica González invitó a la marcha del próximo sábado, cuando frente al Obelisco, aunarán sus voces junto a la de otras víctimas de accidentes de tránsito, clamando por algo tan básico para una sociedad moderna, como lo es la Justicia.
.................
* Sergio González tenía 21 años cuando murió el 9 de febrero de 2010 en la Clínica Figueroa Paredes, de la localidad de Gregorio de Laferrere, partido bonaerense de La Matanza. Había sido internado cuatro meses antes, gravemente herido, como consecuencia de un hecho de tránsito. Sergio viajaba como acompañante en la moto de un amigo e impactaron contra una camioneta que se les cruzó en el camino. La familia sostiene dos denuncias: la primera contra el conductor de la camioneta y la otra -por mala praxis- contra el centro de salud.